Este es el precio que pagué a primeros de mes, en un frutería de pueblo, un pueblo a 7 km de Sevilla. Por algo más de medio kilo, 1,20€ y eso que aún estamos en temporada y los tomates vienen de otro pueblo de Sevillla.
Lo primero fue, que esa frutería no tiene puesto los precios, por lo que me da que según quien vaya a comprar tiene un precio u otro.
Segundo, visto el atraco a manos armadas que hizo conmigo, no vuelvo a entrar en la tienda, a un minuto, tengo un supermercado.
Y tercero, luego, la frutera si tiene que cerrar se preguntará por qué, y seguro que también critica y tacha de ladrones a los que nos gobiernan y con esto hablo de Ayuntamientos, Diputaciones, Juntas y Gobierno Central, pero es que lo que está haciendo ella es exactamente lo mismo.
Y yo lo tengo claro, conmigo no se va a hacer rica. Si no los dejé allí es porque no tenía tomates y tenía un antojo.