La última tomadura de pelo de mi trabajo viene de mano de las comisiones o incentivos.
Soy comercial telefónico y como sabréis o podéis intuir no es nada fácil vender por teléfono: por la crisis, porque no te ven la cara, por las estafas que ha habido, la competencia...y un sin fin de cosas más, pero aun así trabajamos y si llegamos al objetivo que pone la empresa te pagan un plus que son las comisiones.
Estas comisiones peligran si faltas al trabajo, da igual que estés enfermo o se te muera tu padre, pero bueno...digamos que esto ya lo tenemos asumido, por eso a veces no faltamos aunque tengamos 39 y medio de fiebre.
Otra cosa es su nueva idea de incentivarnos; yo llego a objetivo y me pagan las comisiones que me corresponda (al mes siguiente) y si el cliente desde ese momento a 6 meses más tarde se da de baja en el servicio, tenemos que devolver el importe ganado de la comisión.
Es decir, una tomadura de pelo en toda regla.
Yo cuando vendo, le doy toda la información al cliente y es él el que acepta o no. Si acepta y si de da baja al tiempo no tengo yo nada que ver, por lo que no me parece justo que tenga que pagar las consecuencias de una baja del servicio. Prefiero que la empresa nos diga que nuestro sueldo va a ser el base y quizá trabajemos con menos presión y estres.