Esta semana se han producido dos acontecimiento contradictorios, pero a la vez con el mismo resultado: la falta de respeto envuelta en la llamada "Libertad de expresión".
El orden es aleatorio,pero me parecen las dos actitudes repugnantes y ahora veréis el por qué.
Soy mujer, heterosexual, cristiana no practicante y me encantan las Drags Queen. Todos los años veo la gala y me parece un espectaculo extraordinario. Increible esos bailes, plataformas, maquillajes y el arte que desbordan estas personas.
Este año ha sido distinto y creo que para divertirse y dar espectaculo no es necesario faltar el respeto a una religión.
No quiero meter a todas las Drags en el mismo saco, pues que se equivoque una no quiere decir que todas opinen igual, pero creo que igual que esta drag solicitara respeto por su forma de ser, miles o millones de personas cristianas son dignas del mismo respeto por su creencia, aunque ella no lo comparta.
Por otro lado tenemos la campaña de Hazte Oir, que me parece retrograda y ofensiva.
Bastante tienen encima las personas que nacen con una identidad distinta a lo que son por un fallo de la naturaleza, como para que haya una campaña móvil incitando a nada bueno, donde les toman por personas de opinión fácil y que se dejan dominar con la la frase "Que no te engañen".
Creo que quienes han llevado a cabo esta idea tienen mucho tiempo libre y en vez de respetar a los demás sean como sean, se creen con la verdad absoluta y las mejores personas del mundo cuando no lo son.
Con esto quiero decir, que dejemos de tocar las narices al de al lado por su condición física, sexual, religiosa o política. Y esto no es libertad de expresión. Es falta de respeto con todas las letras.
Porque: ."Tu libertad empieza donde acaba la mia"
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