Es increíble ver cómo cada día que pasa se están perdiendo más y más los modales y la educación.
Cuando vean esto lo primero que pensarán es en los niños y adolescentes, pero es que de esto no se libra nadie.
Da pena llegar a la sala de espera de tu médico de cabecera, llena, dar los buenos días y que nadie te conteste. Que alguien se monte contigo en el ascensor, de las buenas tardes y es como si hubieses saludado a las paredes...que a alguien se le caiga algo, le llames para dárselo y no te dé ni las gracias.
Ante esto tenemos dos opciones, volvernos unos maleducados o seguir saludando, dando las gracias y seguir con los modales que nos enseñaron de niños, porque al despedirte en la sala del médico, en el ascensor o en el rellano de tu portal esa persona que no te ha contestado, posiblemente te salude bien por vergüenza, y si no te salude, pues que le vaya bien.
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